Te fallé. Te dañé. Me olvidé de ti, de tu divina luz. Me olvidé de ti, Gaia Planeta Azul. Sé que te fallé, sé que te fallé.
Ya no hay progreso en mi soberbia, manché el aire y mi consciencia. Me creí más que Dios por mi inteligencia; son tantas falsas vanidades, me olvidé de lo importante, y es que nunca fui dueña de tu herencia.
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