¿Mentiría si dijera que en estos momentos no estoy nerviosa? La verdad es que no estoy segura del todo. Siento una ansiedad increíble, no sé como expresarme y para más ahínco no se como acabara este camino lleno de sorpresas, atajos y acertijos.
Cada día es una lucha, pienso; cada día está por inventar, rectifico. Mil y una dudas asaltan tu cabeza, te aprisionan, te encadenan; piensas que estás cerca de conseguir algo cuando desaparece de tus dedos como si de agua o arena se tratase. Necesitas seguir pero, ¿cómo seguir? si tu misma no sabes cual es el camino, o peor aún que bifurcación del mismo escoger.
Te cansas, te paras, frenas de golpe, recapacitas, continúas, retrocedes, actúas, piensas, piensas, actúas... Pero al fin y al cabo lo vas forjando, y al mirar atrás ves que tu camino no es aquel simple y sencillo que siempre pensaste que tendrías; sino que está lleno de idas y venidas, de subidas y bajadas; y es realmente ESO lo que hace que valga la pena seguir, reinventar y forjar tu propio destino.
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