Como molan los reencuentros. Saber que nada ha cambiado. Escribir así, sentirte de esta manera. Pasarlo bien. Olviarte de tantas cosas. Saber cómo, quién y cuándo empezaste a ser quién eres hoy. Realmente. Sin tapujos. Sin esconderte cómo hacías cuando apenas eras una cría. Gustarte, sentirte bien. Estar feliz por la gente que te rodea y por la que, está a punto de rodearte. Por tantas risas, tantos bailes, tantas miradas; todas ellas cómplices. Saber que hay algo más, reírte, llorar y volver a sacar esa sonrisa que hace tiempo se había perdido. Gracias por todo. En general, a todas las personas que me rodean. Os estaré eternamente agradecida. A todos.
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