martes, 11 de febrero de 2014

All about you.

¿Por qué ella insiste en ser tan inmadura en estas cosas? No quiero que cambies por eso. Alguna vez este amor terminará y todo se olvidará. Entonces, algún día, nos reiremos. 
Dices que todo está bien, pero yo sé que es mentira por la sombra que muestran tus ojos. 
Sabes que no tienes porqué hacer esto solo, como si no tuvieras a nadie a quién importarle. No tienes que actuar como si estuvieras solo, como si te aprisionaran las paredes. 
No soy solo una cara más, sabes que soy alguien que realmente te conoce, alguien que sabe todo sobre ti. 
Mientras tanto, aquí sigo; esperando todavía. Tu buscas romper nuestros lazos, pero lo que no sabes es que son más fuertes de lo que piensas. 
Puedes decir que no lo he intentado.
Puedes decir que te he desilusionado. Abandonado. 
Pero eres tú el que, ahora, parado ahí, dices adiós. Y dices que eso está bien. Pero estás mintiendo, siempre te delata tu mirada; como cuando éramos niños y te caías del columpio sin derramar una lágrima. Sólo para hacerte el fuerte. Sólo para mí. Como cada paso que dabas, como esa necesidad de tenerte aquí, a mi lado; por muchos años pasados. 

lunes, 3 de febrero de 2014

Impulse.

Muchas veces nos apresuramos en la toma de decisiones. No suele ser algo innato, si no que está influido por un gran número de factores que  nos pueden llevar a cometer la gran cagada del siglo. A veces, pararse a pensar no sirve de nada cuando tu mente ya tiene una idea preconcebida de lo que va a pasar o de lo que, en muchas ocasiones, ya ha pasado en la misma.

En algunas circunstancias, es fácil solventar este tipo de cagadas que los impulsos nos pueden llevar a cometer puesto que resultan casi triviales en nuestra vida; por el contrario, otras muchas no pueden enmendarse y es cuando entramos en el bucle de los porqués y las lamentaciones.

Resulta difícil pensar que te has fallado a ti misma por una simple tontería, pero resulta fácil decir lo muy orgullosa que te sientes por haber conseguido algo de lo que tenías ganas de una forma u otra. Engañarse a sí mismo. Eso es lo que hacemos la mayoría de los mortales. Queremos impregnar nuestra mente de una idea errónea para no sentirnos tan culpables, que la estrujamos al máximo cubriendo con un tupido velo la causa o idea real que ha dado lugar a la situación.

Como he dicho anteriormente, no es intrínseco en el ser humano; si no que, principalmente, está supeditado a una serie de factores adquiridos por diversos comportamientos que se encuentran al mando de la sociedad actual: Que tener una 38 está de más, que tener ganas un sábado por la noche de ver una película en lugar de echar un polvo es raro, que tirarse a tres en una noche "me sabe a poco"... 

Soy la primera que, en este sentido, levanta la mano como culpable. No juzgo a la sociedad en general, si no a mi particularmente. TODOS adoptamos, en mayor o menor medida, este comportamiento al mando de la globalización de los sentimientos y actitudes pautados como "correctos". Por todo ello, vamos a intentar ser un poquito más "nosotros", no dejarnos llevar por el qué dirán, pautar nuestros propios límites, nuestras metas y objetivos pero sin que ellos estén marcados por un hurry up en el camino.