lunes, 16 de abril de 2012

Solía...


Solía decir que esa canción no me gustaba, que nunca le encontraría sentido y que no entendía como le podía gustar. Y mírame, ahora me trae incluso buenos recuerdos, a pesar de que las pocas veces que la escuché siempre le obligaba a quitarla. Era como un sonido estridente, no lograba entender la letra, ni mucho menos el sentido de aquellas guitarras, nada se movía dentro de mí; simplemente era ruido para mis oídos. Tampoco su voz, esa voz que parecía salida de ultratumba, que no daba explicación a como retumbaba en mis oídos.

Ya ha pasado más de una década, y ahora lejos de casa, de mi familia y sobre todo de tí vuelvo a escucharla y me trae buenos recuerdos, a pesar de mí tozudez, a pesar de mis idas y venidas. Ahora es como un soplo en mis oídos, entiendo el sonido de las guitarras, la letra, el sentido... Es como si algo hubiera cambiado, es como si hubiera cambiado.

Pero, ¿Sabéis qué? Es algo que me gusta. Me gusta mucho. Y más aún sabiendo que es un trocito de ti, de lo que te gustaba, de lo que te hacía sentir vivo.

miércoles, 11 de abril de 2012

Esa clase de chica.



Soy esa clase de chica que se esconde tras un cristal, que le gusta mirar desde lejos; pero que se queja pensando que ella también quiere vivir las cosas que ve, que oye, que siente... Y que no hace nada por evitarlo o, mejor dicho, se sigue escondiendo tras ese cristal, incluso a veces sobre un espeso manto de niebla para no ver mas allá.
Soy esa clase de chica que intenta ir de frente, pero que el miedo la come cuando tiene que enfrentarse al mismo; que pinta una sonrisa en la cara, a pesar de estar sintiendo el más profundo de los dolores; que habla y habla, por el miedo a quedarse sin voz; que grita, se ríe, parece sociable pero que tiene un miedo terrible al rechazo.
Soy esa clase de chica que tuvo que madurar antes de tiempo por causas de la vida, que se emociona con un buen libro, pero más con una buena canción; confidente, que le gusta escuchar pero también de vez en cuando ser escuchada.
Soy esa clase de chica que odia su nariz y la forma de su cara; pero que adora sus labios, dientes y ojos.
Soy esa clase de chica que promete que va a hacer ejercicio cuando se ha pasado de la raya en vacaciones; pero que nunca cumple esa promesa porque es demasiado vaga como para mover un dedo.
Soy esa clase de chica que sueña despierta, ilusa hasta morir aunque eso signifique darse de chocazos contra la pared alguna que otra vez.
Soy esa clase de chica que a veces no encuentra las palabras necesarias para expresarse y que le entra la risa tonta en situaciones en las que no procede.
Soy esa clase de chica despistada, olvidadiza y sobre todo un desastre para encontrar cosas que yo misma "guardé en ese sitio para que no se me olvidara donde estaba", pero que nunca las acaba encontrando cuando las busca; si no, días, semanas e incluso meses después, cuando sinceramente pienso que alguien las ha puesto a posta, porque si no yo no seguiría buscando y se quedarían en el olvido.
Soy esa clase de chica que odia el fútbol y que no soporta hablar de política cuando ello significa posiciones radicales, pero que se defiende claramente cuando es necesario.
Soy esa clase de chica tranquila, sosegada, que no le gustan las prisas, y que, cuando aparecen, necesita echar el freno, respirar y contar hasta 10 para saber como actuar.
Soy esa clase de chica que intenta pasar desapercibida, risueña y a veces algo pesimista; que aspira a alcanzar sus sueños... Pero sobre todo soy esa DIVINA IMPERFECCIÓN.

viernes, 30 de marzo de 2012

Hold on.


Y allí estaba yo, como otro cualquier día de primavera; como aquel día que te vi por primera vez en el bus, un jueves por la noche. Apoyado en el alfeizar de la ventana... Ilusa mirándote, pensando que responderías, pero solo escuchaba tu voz desde la habitación de enfrente.
Como una tonta empiezo a enredar, jugar, recoger cosas... pero no sabes que lo que más me importa es si estás mirándome, si te percatas de lo que tienes enfrente y sobre todo... de lo pesada y lo inquieta que estoy cuando estas cerca. De que no puedo evitar levantar la mirada para ver si miras, y de que si algún día lo haces, me haces la chica más feliz del mundo, y es cuando empiezo a reírme como tonta y enrojezco sin quererlo.
Pensando que todo se arreglaría con una frase, con una conversación que temo tener, que no puedo siquiera imaginar en la cabeza porque la vergüenza me puede, siempre me puede.

lunes, 19 de marzo de 2012

Why?


¿Por qué siempre me haces esto? ¿Por qué no puedes ver como soy? ¿Cómo eres capaz de actuar como si no te importara? ¿Esperabas que fuera la única que cayera?
Puedo sentirte cerca incluso aunque estés lejos, puedo sentirte y no sé por qué.
Se supone que no debo sentirme de esta manera pero te necesito. Te necesito más cada día.
Se supone que no debería doler tanto como duele, pero duele. Duele más cada día.

jueves, 8 de marzo de 2012

Forget, forget, forget...


Dices que vas a cambiar. Que vas a dejarlo todo. Que te vas a centrar en lo importante y vas a dejar de lado todas aquellas cosas que no puedes conseguir. Y lo intentas. De verdad que lo intentas. Lo olvidas. Lo vuelves a recordar. Lloras. Ríes. Pero no dejas de querer. Es imposible, si cada vez que piensas en hacerlo, aparece por delante de tí; te mira, te ilusionas y vuelves a caer; vuelves a ser la misma. No has cambiado.
Llega sin esperarlo. Ja. No te lo crees ni tú. Tienes que forzarlo, pero no te atreves a llegar a ese extremo...

jueves, 1 de marzo de 2012

Tomorrow.


And I want to believe you, when you tell me that everything's gonna be ok. Yeah I try to believe you... But I don't.
When you say that's gonna be, it always turn to be a different way. Yeah I try to believe you. Not today, today, today...
I don't know what to feel or to say tomorrow, tomorrow... Tomorrow is a different day.

Give a little time, leave me alone a little while, maybe it's not too late.. Not today, today, today today...

domingo, 26 de febrero de 2012

Alguien más...


Esa sensación que recorre tu cuerpo, es en tanto nueva como extraña. Sí, esa misma sensación que aparece por diversos motivos: te sonríe, te empuja, te acaricia la cara, te mira a los ojos, te coge de la cintura; pero no sabes nada. Tú no sabes nada. Ni siquiera el lo sabe. Sigue haciendo de las suyas y tu por supuesto de las tuyas; riéndote a cada carcajada a cada palabra que pueda salir de su boca.
¿Lo peor de todo? Que no avanza. Está estancado. Se queda quieto. Y vuelve a retroceder. Pierdes esperanzas. Las recuperas. Las vuelves a perder. Pero sientes que no avanza. Que no va a parar a ningún sitio. Aún así, lo crees; crees que hay algo más.