viernes, 30 de marzo de 2012

Hold on.


Y allí estaba yo, como otro cualquier día de primavera; como aquel día que te vi por primera vez en el bus, un jueves por la noche. Apoyado en el alfeizar de la ventana... Ilusa mirándote, pensando que responderías, pero solo escuchaba tu voz desde la habitación de enfrente.
Como una tonta empiezo a enredar, jugar, recoger cosas... pero no sabes que lo que más me importa es si estás mirándome, si te percatas de lo que tienes enfrente y sobre todo... de lo pesada y lo inquieta que estoy cuando estas cerca. De que no puedo evitar levantar la mirada para ver si miras, y de que si algún día lo haces, me haces la chica más feliz del mundo, y es cuando empiezo a reírme como tonta y enrojezco sin quererlo.
Pensando que todo se arreglaría con una frase, con una conversación que temo tener, que no puedo siquiera imaginar en la cabeza porque la vergüenza me puede, siempre me puede.

lunes, 19 de marzo de 2012

Why?


¿Por qué siempre me haces esto? ¿Por qué no puedes ver como soy? ¿Cómo eres capaz de actuar como si no te importara? ¿Esperabas que fuera la única que cayera?
Puedo sentirte cerca incluso aunque estés lejos, puedo sentirte y no sé por qué.
Se supone que no debo sentirme de esta manera pero te necesito. Te necesito más cada día.
Se supone que no debería doler tanto como duele, pero duele. Duele más cada día.

jueves, 8 de marzo de 2012

Forget, forget, forget...


Dices que vas a cambiar. Que vas a dejarlo todo. Que te vas a centrar en lo importante y vas a dejar de lado todas aquellas cosas que no puedes conseguir. Y lo intentas. De verdad que lo intentas. Lo olvidas. Lo vuelves a recordar. Lloras. Ríes. Pero no dejas de querer. Es imposible, si cada vez que piensas en hacerlo, aparece por delante de tí; te mira, te ilusionas y vuelves a caer; vuelves a ser la misma. No has cambiado.
Llega sin esperarlo. Ja. No te lo crees ni tú. Tienes que forzarlo, pero no te atreves a llegar a ese extremo...

jueves, 1 de marzo de 2012

Tomorrow.


And I want to believe you, when you tell me that everything's gonna be ok. Yeah I try to believe you... But I don't.
When you say that's gonna be, it always turn to be a different way. Yeah I try to believe you. Not today, today, today...
I don't know what to feel or to say tomorrow, tomorrow... Tomorrow is a different day.

Give a little time, leave me alone a little while, maybe it's not too late.. Not today, today, today today...

domingo, 26 de febrero de 2012

Alguien más...


Esa sensación que recorre tu cuerpo, es en tanto nueva como extraña. Sí, esa misma sensación que aparece por diversos motivos: te sonríe, te empuja, te acaricia la cara, te mira a los ojos, te coge de la cintura; pero no sabes nada. Tú no sabes nada. Ni siquiera el lo sabe. Sigue haciendo de las suyas y tu por supuesto de las tuyas; riéndote a cada carcajada a cada palabra que pueda salir de su boca.
¿Lo peor de todo? Que no avanza. Está estancado. Se queda quieto. Y vuelve a retroceder. Pierdes esperanzas. Las recuperas. Las vuelves a perder. Pero sientes que no avanza. Que no va a parar a ningún sitio. Aún así, lo crees; crees que hay algo más.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Me gustas cuando...


Me gustas cuando dices tonterías,
cuando metes la pata, cuando mientes,
cuando me voy de compras con mi madre
y llegas tarde al cine por mi culpa.
Me gustas más cuando es mi cumpleaños
y me cubres de besos y de tartas,
o cuando eres feliz y se te nota,
o cuando eres genial con una frase
que lo resume todo, o cuando ríes
(tu risa es una ducha en el infierno),
o cuando me perdonas un olvido.
Pero aún me gustas más, tanto que casi
no puedo resistir lo que me gustas,
cuando, lleno de vida, te despiertas
y lo primero que haces es decirme:
"Tengo una hambre feroz esta mañana.
Voy a empezar contigo el desayuno."

jueves, 16 de febrero de 2012

Último adiós.


Otra vez vuelve esa extraña sensación... Que parece abandonó tu cuerpo cuando aún eras muy niña.
Recuerdo esa mañana, de principios de agosto un 11 para ser más exactos, la misma cifra de edad que tenía yo por aquellas fechas. Un calor irradiaba por las persianas de la casa de mi mejor amiga, una luz y un resplandor extraños; casi de otro universo. Yo notaba algo en mí, aunque con esa edad no sabía muy bien como explicarme, algo raro pasaba, solo podía llegar a intuir eso con mi corta experiencia... Nos despertamos, algo extraño y siniestro se mascaba en el ambiente... Yo no sabía muy bien por donde actuar o que hacer en ese mismo instante. Solo quería saber que todo estaba bien, que todo iba a ir bien. Pero todo se rompió. Se rompió en mil pedazos.
De pronto desapareciste, sin más, sin poder llegar siquiera a decirte un adiós, sin poder despedirme y pensando que quizás tu broma de pincharme o tirarme de la coleta fue tu última despedida. Pero al menos fue dulce, muy dulce.
Supongo que no te enteraste y eso, en cierto modo, me reconforta.
Me duele, y mucho porque se que hubieras sido de esos que me hubiera defendido a capa y espada, que te hubieras seguido burlando en mi etapa adolescente de todas las fases por las que pasé, de mis tonterías, de mis gustos de "teen", de mi primer beso, de mi primera vez, de mis fracasos pero también de mis logros... Y siento tanto que te hayas perdido todo eso... Sé que desde algún sitio, o quizás sea esa habilidad que tenemos los humanos para creer en estas cosas, puedes ver todo lo que digo, hago y sobre todo pienso; me reconforta saber que estás ahí, pase lo que pase y que me ayudas, aunque yo ni siquiera lo note.