martes, 11 de marzo de 2014

Maybe

No es que no  me alegre, ni mucho menos que no lo acepte. Sólo que me da un poco de miedo lo rápido que pueden ir a veces las cosas. Siempre he sido de esas que se piensan las cosas dos veces antes de hacerlas y, he de decir, que, aún así hay muchas que no me han salido del todo bien.

Puede que el "quiz" de la cuestión sea simplemente eso: El pensar las cosas demasiado. Tal vez si hubiera elegido rápidamente el sabor del helado que se me vino a la mente el día que le conocí, tal vez hubiéramos coincido en algo, o sí me hubiera tentado la idea de coger el coche aquel día que realmente lo necesitaba, llamar a alguien cuando realmente quería o decir un "te quiero" a tiempo para salvar ciertas relaciones. 

Quizás, dentro de todo ello, las cosas hubieran sido totalmente distintas. 

Aún así, no me las imagino tan distintas de cómo lo son ahora. La verdad es que, hay cosas que han llegado de golpe; pero, al fin y al cabo, han llegado. Otras me gustaría  haberlas digerido con tiempo y paciencia, pero de ellas he aprendido tantas cosas... No lo noto, pero sé que he cambiado. Tampoco sé si para bien o para mal, si sigo siendo igual de terca y cabezota que siempre, o si he ganado paciencia con los años, que ciertamente me sobra bastante ahora mismo.

Pero no me acostumbro. Sigo sin hacerlo a pesar de los días que pasen. Ella siempre había sido de esas que no necesitaba demostrar nada a los demás y, ahora, la cosa ha cambiado. Ella ha cambiado. Y creo que todo a mi alrededor también lo ha hecho. Quizás eso sea "madurar", quizás "madurar" implica cambiar y no volver a ser fiel a muchos de tus principios. Quizás... Pero ese quizás se me queda muy corto.


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