sábado, 11 de agosto de 2012

Marionetas.

Cuando miras y no ves nada. Mantienes la cabeza gacha, buscando las palabras en tu cabeza. Palabras. Sólo eso. Saber lo que decir en cada situación, aunque sabes que a veces no fue del todo fácil. Te escondes y piensas que así, algún día lo conseguirás, que prefieres dejar pasar el tiempo antes que poner "toda la carne en el asador". 

Resulta paradójico como aunque lo intentas en el fondo sabes que no necesitas más que un empujoncito, y que ese empujoncito eres tú mism@. Pero no te das cuenta, y te vuelves a quedar en el mismo sitio, sin moverte. Pero así estás más a gusto; con el tiempo hasta te has acostumbrado e incluso a veces, te sientes como una marioneta, cada vez con más hilos, cada vez pasando por más manos que te manejan. Y cuando decides hacer un movimiento distinto, fuera de lo habitual, parece que te achantan. Y te sientes atrapad@. 

Porque sabes de verdad, que la única forma de poder ser LIBRE es rompiendo todos los hilos de golpe. 

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miércoles, 1 de agosto de 2012

On and on...

                        


Cuando tienes ganas de nada y de repente ese NADA se convierte en TODO. Cuando esperas de las personas demasiadas cosas, y de repente, te das de bruces contra el suelo porque no te han sujetado o porque incluso ese obstáculo ha sido puesto adrede. Cuando piensas darlo TODO sin esperar nada a cambio, recapacitas y piensas que tu también lo necesitas, que necesitas algo; que la gente se acostumbra, se mueve por intereses, y quizás tu también, con la única diferencia de que tu te das cuenta de ello.


 La gente simplemente pasa. Espera. Ya se le pasará. No es normal, pero tampoco me voy a molestar. No quiero mover un dedo. Es más cómodo no pensar y dejar que pase. Porque total, siempre se pasa.


Y aunque dices que llega un límite, en realidad resulta ser el mismo cuento de siempre. Se pasa. Se te pasa y vuelves a confiar. 
Luego piensas que vas a cambiar, que vas a cambiar todas esas cosas que, por naturaleza, haces mal. Pero no puedes. Eres así. Y en el fondo sabes... que tampoco quieres.

lunes, 23 de julio de 2012

Monotonía.

Si es verdad, me pueden los días monótonos. Es algo que no puedo evitar. La cotidianidad me aburre, y a veces creo que el mundo se me viene encima demasiado rápido. Pero lo peor de todo, no es eso, es el terrible miedo que le tengo a que lo monótono se convierta en cotidiano, lo cotidiano en aburrido y el aburrimiento en comidas de cabeza constantes. 


Creo que eso es algo a lo que le tengo un verdadero pavor. No me gusta pensar demasiado, por eso de darle demasiadas vueltas a las cosas y acabar con conclusiones a las que quizás no me gustaría haber llegado. 


Pero desgraciadamente, todo el mundo tiene sus comidas de cabeza en cierto modo. En mayor o menor medida, cada uno las afronta como mejor sabe. Mi as y el que mejor me funciona son ellas. 
Por un momento, entre risas y demás, dejo de pensar en ti. En tus ojos, en tus gestos o en tus simples movimientos. Te esfumas, y he de reconocer que eso me gusta. Me gusta cada vez más. 



sábado, 21 de julio de 2012

21 gramos.


  ¿Cuántas vidas vivimos?, ¿cuántas veces morimos?  Dicen que todos perdemos 21 gramos en el momento exacto de la muerte, todos. ¿Cuánto cabe en 21 gramos?, ¿cuánto se pierde?, ¿cuándo perdemos 21 gramos?, ¿cuánto se va con ellos?, ¿cuánto se gana?, ¿cuánto... se gana? 21 Gramos. El peso de 5 monedas de 5 centavos, el peso de un colibrí, de una chocolatina ¿Cuánto pesan 21 Gramos? 


miércoles, 18 de julio de 2012

Encuentros.

Buscas entre los recovecos de aquella habitación. Aquella en la que, al llegar a casa, a pesar de haber tenido un mal e intenso día podías refugiarte y esperar a que todo pasara. Pero ese escondite no duraría mucho. Te fuiste haciendo mayor, nuevos pensamientos ideas y mil demonios más acechaban tu cabecita llena por momentos de sueños e incertidumbres. Decidiste cambiar. Hacerte más fuerte y poner cara de "que nada te importaba excepto tú". Pero sólo eran mentiras y más mentiras.
Llegabas a casa y con la misma tristeza de siempre te encerrabas en el mismo lugar, sin decir nada a nadie; sin llegar ni siquiera a hacer algo por ese alguien. 
Sin embargo, la vida es así. Subes y bajas. Te caes y te vuelves a levantar con la misma fuerza con la que un día decidiste cambiar por completo. Supongo que siempre será así. Eterna espiral, eterno disfraz. 

jueves, 5 de julio de 2012

Pequeña.

Gotita de agua. Motita de polvo. Algo tan sumamente pequeño, que cuando lo piensas te da hasta incluso miedo poner un pie en el pavimento. Aún así lo intentas, te aferras al miedo, a esa excusa barata; pensando que, si la sueltas caerás de bruces contra el suelo, te dolerá y perderás la noción del tiempo, el espacio, el lugar. 
De repente un día, le sueltas la mano. Decides caminar, ir por sendas desconocidas, tu sola y sin MIEDO como compañero de viajes y sueños. Tú y sólo tú eres la que decides, no te oprime, ni te da consejos, tampoco te incita, ni te quita tus más íntimos deseos. Lo haces, pero como esperabas, caes. No eres capaz de levantarte, y MIEDO viene a darte la mano. Pero no, te impulsas, pegas un brinco, te sacudes el vestido y vuelves a caminar, vuelves a sonreír y a seguir buscando, a seguir buscándote; hasta que por fin TE encuentras. 





lunes, 2 de julio de 2012

As perfect as always.

Sigue siendo así. Sigo riéndome por las mismas cosas, los mismos motivos. Por estar con vosotras. Por saber que la distancia, ni el tiempo os ha cambiado. Por esa sonrisa que me sacáis, cuando pienso que va a ser el día más mierda y aburrido de todos. Lo convertís en perfecto o en algo que se le asemeja. Porque las horas se pasan, y cuando quiero darme cuenta ya es demasiado tarde; pero yo quiero, deseo y necesito seguir hablando con vosotras. Que no me canso. Y me gusta. Me gusta mucho. 
Por cada tontería que sale de nuestras bocas. Por las tardes de trenzas, manicuras y frikadas de las nuestras. De esas que nos gustan. Gracias. Por seguir así. Por hacer que siga siendo así.