miércoles, 25 de abril de 2012

Malas vivencias, vivencias malas.


Y algo dentro de mí se revolvió. No sé cómo, ni por qué; pero la noticia me sentó como un jarro de agua fría esta mañana. Es como si todo volviese a recordarme a ti, la situación, la angustia, nada por lo que luchar ya; sin duda, porque tu no estabas para luchar ya más conmigo.
Gracias. Es todo lo que puedo decir, lo que me sale de dentro y lo que pienso cada vez que vienes a mi memoria. Es curioso, como se mezclan las sensaciones, los sentimientos... Cómo cuando, regresas, y empiezas a dar pequeños golpecitos en mi cabeza; algo vuelve, me aturullo y no sé si reír, llorar o sacar esa medio sonrisa con lágrimas en los ojos, porque me gusta pensar en ti, pero, e de reconocer, que duele, a veces duele mucho.
Somos marionetas. Nunca te lo escuché decir, o quizás no estuve lo suficientemente atenta a tus palabras cuando expresabas tu opinión, pero dime... ¿quién le podría decir a una niña de 11 años que te irías tan rápido? Nunca hablé de ello en casa, no lloraba; solo un pequeño sofocón, en el momento menos preciso, y luego me escondía debajo de las sábanas, y allí me quedaba, esperando a que todo pasara. Esperando a que la tormenta pasara. Pero no se iba, y los truenos cada vez eran más fuertes que cuando comenzó el vendaval.
Sólo me quedaba tu recuerdo. Ese efímero recuerdo, que ahora, a veces, aunque no quiera, se me olvida y pienso que fuiste un sueño, un sueño precioso. Pero no, en ese momento sólo quería despertar, necesitaba hacerlo. Creer que no era verdad.
Pero los días pasaban. Ensueño. Negación. Lágrimas. Resignación. Asimilación.
Nunca entendí por qué pasó, ni aún consigo entenderlo ahora. Pero es así: "Worst things in life come free to us". Y no podemos hacer nada para evitarlo. 

lunes, 23 de abril de 2012

Rara

Me dejaste en el mismo lugar, a la misma hora, en el mismo canal; ya me estoy acostumbrando a esperar.Te llevaste una página más, un capítulo que no terminará, una historia vacía que extraña su final.


Puedo ser la que siempre se queda atrás, puedo esperar toda la eternidad. Me sacaste de mí, te quedaste de más, me dejaste el corazón extraño. Conseguiste salir, me perdiste por el camino, me dejaste rara, muy rara. 


Conseguimos subir y bajar, era tan divertido, tan especial, inventamos el ritmo que nos gusta bailar. Y ahora me despierto con un sueño menos, me dejaste sin mi otra mitad. Quiero... Y no puedo. Me sacaste de mí, te quedaste de más, me dejaste el corazón extraño. Conseguiste salir, me perdiste por el camino, me dejaste rara, muy rara. 


Puedo ser la que siempre se queda atrás, puede ser que ya no me quiera quedar. 

domingo, 22 de abril de 2012

Una y otra, otra y una...

Y es cuando sientes que todo vuelve otra vez, que no te escapas ni por un segundo, que comienza aquel conflicto que sabes que tuvo sus orígenes; pero que no sabes cuando tendrá final. 
Que vuelven las preocupaciones, los problemas, esas formas de decir lo siento; solucionando el problema por un instante, por unos días; pero que sabes que volverá a ocurrir. Que no lo puedes evitar. Que está ahí, presente, como siempre. Que te dan ganas de no volver. De perderte. De perderte por momentos, por instantes. De no pensar en nada y pensar en todo. De coger las maletas e irte a la aventura. De soñar y divagar por lugares recónditos. De sentir a alguien cerca, ese que no te suelte, que te haga reír y sobre todo que te escuche y comprenda. 
Pero vuelves a la realidad. Vuelves a verlo. Sigues con los pies en la tierra. No has despegado. Y, ¿lo peor de todo? Sigues delante de aquel libro del que tan sólo puedes recordar el título. Al igual que una Alicia, despiertas del país de las maravillas; intentas sobrevivir, pero te rindes por momentos. Lo sientes. Lo intentas. Despiertas. Entonces aparecen, esas pequeñas personitas que formaban parte de tu cuento, y que en la realidad están ahí para guiarte. Ves la luz. Por un momento, te ayuda. Lo sientes. Y todo lo que necesitas son palabras. Palabras de las que no puedes evitar escapar: "¡Ahora quiero que sonrías! :D"   
   ____________GRACIAS________________

martes, 17 de abril de 2012

Last kiss.



Y puede que os resulte cursi, pesado y pasteloso. Pero es lo que quiero. Es lo que siento...

"Aún recuerdo la expresión de tu cara iluminando la oscuridad. Las palabras que susurraste, justo cuando nos conocimos; me dijiste que me querías y por eso es por lo que todavía no entiendo muy bien por qué te fuiste.
Tuve que recordar de nuevo el olor de la lluvia fresca sobre el asfalto. Corrí al bajar del avión, pensando en esa noche seguramente iluminada. Aún puedo sentir tus brazos. Pero ahora, lo único que me queda es estar aquí, sentada en el suelo con el único abrazo de tus ropas sobre mí. Todo lo que sé, es que no sé como ser algo que puedas añorar.
Nunca pensé que habría un último beso. Nunca imaginé que esto terminaría así. Su nombre, por siempre. Tu nombre en mis labios.
Porque me encanta la manera en la que andas, siempre con las manos metidas en tus bolsillos; como me besas cuando estoy a punto de decir algo. Sabes que no hay día que no eche de menos esas pequeñas interrupciones.
Sólo me queda ver tu vida en imágenes, igual que cuando solía verte dormir. Espero que estés genial. Y que el sol brille, que sea un día precioso."






Last Kiss- Taylor Swift

lunes, 16 de abril de 2012

Solía...


Solía decir que esa canción no me gustaba, que nunca le encontraría sentido y que no entendía como le podía gustar. Y mírame, ahora me trae incluso buenos recuerdos, a pesar de que las pocas veces que la escuché siempre le obligaba a quitarla. Era como un sonido estridente, no lograba entender la letra, ni mucho menos el sentido de aquellas guitarras, nada se movía dentro de mí; simplemente era ruido para mis oídos. Tampoco su voz, esa voz que parecía salida de ultratumba, que no daba explicación a como retumbaba en mis oídos.

Ya ha pasado más de una década, y ahora lejos de casa, de mi familia y sobre todo de tí vuelvo a escucharla y me trae buenos recuerdos, a pesar de mí tozudez, a pesar de mis idas y venidas. Ahora es como un soplo en mis oídos, entiendo el sonido de las guitarras, la letra, el sentido... Es como si algo hubiera cambiado, es como si hubiera cambiado.

Pero, ¿Sabéis qué? Es algo que me gusta. Me gusta mucho. Y más aún sabiendo que es un trocito de ti, de lo que te gustaba, de lo que te hacía sentir vivo.

miércoles, 11 de abril de 2012

Esa clase de chica.



Soy esa clase de chica que se esconde tras un cristal, que le gusta mirar desde lejos; pero que se queja pensando que ella también quiere vivir las cosas que ve, que oye, que siente... Y que no hace nada por evitarlo o, mejor dicho, se sigue escondiendo tras ese cristal, incluso a veces sobre un espeso manto de niebla para no ver mas allá.
Soy esa clase de chica que intenta ir de frente, pero que el miedo la come cuando tiene que enfrentarse al mismo; que pinta una sonrisa en la cara, a pesar de estar sintiendo el más profundo de los dolores; que habla y habla, por el miedo a quedarse sin voz; que grita, se ríe, parece sociable pero que tiene un miedo terrible al rechazo.
Soy esa clase de chica que tuvo que madurar antes de tiempo por causas de la vida, que se emociona con un buen libro, pero más con una buena canción; confidente, que le gusta escuchar pero también de vez en cuando ser escuchada.
Soy esa clase de chica que odia su nariz y la forma de su cara; pero que adora sus labios, dientes y ojos.
Soy esa clase de chica que promete que va a hacer ejercicio cuando se ha pasado de la raya en vacaciones; pero que nunca cumple esa promesa porque es demasiado vaga como para mover un dedo.
Soy esa clase de chica que sueña despierta, ilusa hasta morir aunque eso signifique darse de chocazos contra la pared alguna que otra vez.
Soy esa clase de chica que a veces no encuentra las palabras necesarias para expresarse y que le entra la risa tonta en situaciones en las que no procede.
Soy esa clase de chica despistada, olvidadiza y sobre todo un desastre para encontrar cosas que yo misma "guardé en ese sitio para que no se me olvidara donde estaba", pero que nunca las acaba encontrando cuando las busca; si no, días, semanas e incluso meses después, cuando sinceramente pienso que alguien las ha puesto a posta, porque si no yo no seguiría buscando y se quedarían en el olvido.
Soy esa clase de chica que odia el fútbol y que no soporta hablar de política cuando ello significa posiciones radicales, pero que se defiende claramente cuando es necesario.
Soy esa clase de chica tranquila, sosegada, que no le gustan las prisas, y que, cuando aparecen, necesita echar el freno, respirar y contar hasta 10 para saber como actuar.
Soy esa clase de chica que intenta pasar desapercibida, risueña y a veces algo pesimista; que aspira a alcanzar sus sueños... Pero sobre todo soy esa DIVINA IMPERFECCIÓN.

viernes, 30 de marzo de 2012

Hold on.


Y allí estaba yo, como otro cualquier día de primavera; como aquel día que te vi por primera vez en el bus, un jueves por la noche. Apoyado en el alfeizar de la ventana... Ilusa mirándote, pensando que responderías, pero solo escuchaba tu voz desde la habitación de enfrente.
Como una tonta empiezo a enredar, jugar, recoger cosas... pero no sabes que lo que más me importa es si estás mirándome, si te percatas de lo que tienes enfrente y sobre todo... de lo pesada y lo inquieta que estoy cuando estas cerca. De que no puedo evitar levantar la mirada para ver si miras, y de que si algún día lo haces, me haces la chica más feliz del mundo, y es cuando empiezo a reírme como tonta y enrojezco sin quererlo.
Pensando que todo se arreglaría con una frase, con una conversación que temo tener, que no puedo siquiera imaginar en la cabeza porque la vergüenza me puede, siempre me puede.